Sencillo, minimalista y puñetero. Productos musicales como éste son el resultado de que mentes enfermas, retorcidas, con un peculiar y maligno sentido del humor hagan videojuegos ‘para toda la familia’. Puede que alguien le encuentre la gracia a sentirse como un auténtico zote musical jugando a este juego. Servidor, desde luego, ha sufrido lo suyo con la entrega de marras. Y solo el toque Wario Ware lo salva de la quema, que conste. Avisados quedan.
Mi reseña completa (de este engendro jugable) aquí
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario