The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro

Pasamos de una cinta pocha, nocturna, dramática (ODIOSA, un Spidey nolanizado) como fue la entrega anterior a una comedia romántica luminosa de acción. El cambio se agradece en esta The Amazing Spider-Man 2, aún con la ultimatización de casi todo lo que se narra (ese Harry/Duende y su fular). El rediseño del traje, sin explicar, ni falta que hace, además ha alcanzado un nivel expresivo tal que ya no hay que retirar la máscara al actor en las escenas de batalla. Y eso también está bien. En verdad, muchas cosas están muy bien en esta segunda parte (que parece que se postula como El imperio contraataca de esta nueva trilogía) salvo por lo burdo del tercer acto, cómo se cocina el giro final, la onomatopeya más dolorosa del universo Marvel.