Cuando argumentan en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo, los conservadores utilizan dos ideas muy potentes: definición y santidad. Nosotros (los progresistas) tenemos que rescatarlas. Tenemos que enfrentar definición con definición y santidad con santidad. Como han mostrado los estudios antropológicos sobre el matrimonio americano, la definición que se ha dado de él es una definición equivocada. El matrimonio, como ideal, se define como la "realización del amor a través de un compromiso público para toda la vida". En América el amor es sagrado. El compromiso, también. Hay Santidad en el matrimonio: la santidad del amor y del compromiso.
George Lakoff en No pienses en un elefante, al hablar de cómo los republicanos han enmarcado el matrimonio gay de tal forma que los demócratas no son capaces de salir del atolladero semántico en el que se han dejado meter.
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