viernes, 8 de agosto de 2014

Cómo entrenar a tu dragón 2

Cómo entrenar a tu dragón (2010) la considero una de las mejores cintas de animación por atreverse a mirar al espectador de frente, sin engaños y sin pretender ofender su inteligencia. No solo eso, mira al niño y le dice directamente que en la vida tomar decisiones conlleva repercusiones y consecuencias. No es una película blanca en el sentido habitual y su tercer acto es magistral, retorciendo todo lo que hemos llegado a ver habitualmente en el cine sobre el tan traído viaje del héroe.

Con este antecedente, la secuela (Cómo entrenar a tu dragón 2, 2014) debe moverse por tanto en un terreno en el que el espectador ya está sobre aviso: puede pasar cualquier cosa. Y aún siendo esta secuela una producción de manual, bastante predecible en las acciones y decisiones de sus protagonistas, arriesga de forma valiente en dos tramos espectaculares y vuelve a colocar al niño/adulto en la dura tesitura de entender que en la vida, aunque puedas encontrarte un 'furia nocturna' y ser feliz, nadie está libre del sufrimiento que conlleva el viaje por la misma.

3 comentarios:

Jesús Bartolomé Pérez dijo...

Totalmente de acuerdo con tu reseña. Las diferencias con la primera peli son muchas (en general para bien) y para tratarse de un guión "de manual" en muchos momentos, sigue teniendo ese punto de compromiso tan noble y directo con el espectador independientemente de su edad. Sigue siendo un ejemplo de cine infantil-juvenil de calidad, que pese a sus defectos, se mea en los Potters y las Princesitas sin pestañear y mientras hace el pino. (Se me nota mucho el lado fanboy?)

Jesús Bartolomé Pérez dijo...

"La personaje" mola mucho y hay un momento que me fascinó en el cine, en el que pensé que se cargaban la peli totalmente pero no. Ese "Espera, volvemos a ser un grupo. ¿Qué quieres hacer?" para mi ha significado un mundo. Posiblemente lo mejor de la peli.
Esa pregunta es un puto universo en sí mismo dentro del cine infantil.

Jesús Bartolomé Pérez dijo...

Es cierto que es una secuela y que la primera parte es sagrada por razones obvias, pero esta parte me parece más que digna sólo por el hecho de que han sabido romper, deshechar y hasta reirse de varios estereotipos Disney. Me ha tenido muy tenso en las ocasiones en las que todas las repercusiones importantes podían variar a un "otra vez esto en una peli no, por favor" y no ha sido así. Yo contentísimo y el universo también.