Tal vez el recuerdo de esos años haya dulcificado en nuestras cabezas ese periodo y haga que tengamos una imagen distorsionada de lo que fuimos; pero, en serio: si fuiste a la Universidad y pensaste que te ibas a comer el mundo podemos apostarnos lo que quieras a que en más de una ocasión, casi con premeditación y alevosía, metiste la pata e hiciste sentir mal a la gente que te rodeaba.
Esta nouvelle de Julio Fuertes emociona y repugna, porque te escupe a la cara sin contemplaciones y te hace sentir de nuevo atrapado en esa habitación imposible de la que ya creías haber escapado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario