Colaboro este mes con un reportaje dedicado a los márgenes de la industria de los videojuegos tocando de manera (espero que) accesible temas sobre Ética, Estética, Política y Economía, hablando de collectivos activistas como La Molleindustria o de creadores como Lucas Pope o Jason Rohrer:
"Cuando hablamos de la potencialidad del videojuego como medio de comunicación de masas lo hacemos porque se trata de un sector de relativo fácil acceso para el consumidor medio, porque nos encontramos ante un medio narrativo que no es ajeno a los cambios culturales y porque, en el fondo, quienes los crean son personas con inquietudes e ideales, como el escritor o el director de cine. Si ya en este presente es difícil ver obras literarias o cinematográficas dentro de circuitos comerciales amplios que no se plieguen a las exigencias de un mercado garrulo (ciego y manco de ambas manos) es harto imposible encontrar un mínimo de crítica en el lanzamiento de los llamados triple A de cualquier compañía"
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