Drama que pone el punto de mira en la situación de la mujer en Arabia Saudí desde una perspectiva cotidiana, cercana y nada moralizante. Es el espectador quien decide al final si las acciones que toman todos los personajes de esta hermosa historia van acordes con el imaginario que se tiene en occidente sobre el día a día de esta sociedad.
Más que un drama al uso la he sentido como una cinta de terror, que golpea varias veces en el estómago, con puñetazos asestados sin ninguna misericordia, que hace pensar al espectador (sin que en ningún momento esté asistiendo a un panfleto) y que le lleva hacia un precioso y satisfactorio acto final en el que todas las piezas encajan con una perfección y sutileza envidiable.
La visión irónica (y por ello, triste) que la directora de la cinta pone en su sociedad y los ajustados momentos de humor, sumados a unas interpretaciones que dejan clavado en la butaca, la convierten en una película que como poco deber ser vista una vez y recomendada otras tantas.
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