Qué putada ser Wes Anderson, que a cada cosa que haga tenga que cumplir con 'el canon Wes Anderson' y que sus chorradas (porque este tipo solo hace chorradas) sean miradas con lupa tanto por fans como por detractores.
Me reencuentro con este tipo tras varias películas inanes, dependientes por completo de la fotografía y de la supuesta vis cómica -no acompañada del libreto- de sus actores y me hace sonreir la payasada de teatrillo adorable que se ha montado en El gran hotel Budapest.
Y por ello agradezco que esta vez, aunque ya no sorprende, no empache ni sonroje. Y divierta. Mucho.
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4 comentarios:
Ahí va, pues andaba yo con desconfianza pero leyéndote igual me acerco al cine esta semana.
Hay dos pelis de este tipo que amo con locura: Los Tenenbaums y Academia Rushmore y tiene una que odio con todas mis fuerzas, Moonrise Kingdom.
Entre medias: chorradas inanes.
XD
Oye, al final la vi ayer y me hizo bastante gracia, sí.
:) pero es una chorrada muy gorda. Es el hermanos farrelly de los moderneques.
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