Tras 3 años de silencio, con DVD y disco directo de por medio, los fineses Sonata Arctica presentan su quinto trabajo de estudio. Una obra madura y alejada de los parámetros oficiales del Power Metal que les encumbró a finales de 1999 y principios del 2000.
Aunque en mi corazón, su debut Ecliptica será siempre su gran disco,Unia es su mejor trabajo desde Silence, sin desmerecer en absoluto a los excesos powers de WinterHeart's Guild y Reckoning Night. Es un disco maduro, despegado de los clichés del género, con temas trabajados y donde el doble bombo casi brilla por su ausencia.
El cambio no es dramático, simplemente han bajado unas cuantas revoluciones a su ya estilo personal, y han logrado un conjunto de canciones que en su mayoría tran recuerdos a los medios tiempos scorpioneros que se marcaron en el ya citado Silence.
Tony Kakko despliega todos sus registros vocales. No hay grititos agudos y ratoniles. Hay buen gusto y voces trabajadas. Los teclados de Henka, presentes en todo momento llenan cada segundo del disco y la guitarra de Janni, en esta ocasión, ha sido registrada de una forma más agresiva, menos colchones y más rítmica que nunca. Sus solos esta vez están medidos sin excesos y se disfrutan de mala manera. Las líneas de bajo están muy trabajadas en los temas lentos y la batería, sin el doble bombo machacón, nos hace pararnos en cada detalle.
Desde el incio con dobles voces del tema In Black & White, el temazo Paid and Full, la maravilla progresiva de Caleb, la velocidad de The Vice o The Harvest y llegando al sinfonismo de The Worlds Forgotten, The Worlds Forbidden o Good Enough is Good Enough, todo el disco es meritorio y valiente.
Un gran paso para un grupo que no ha parado desde que comenzaron y que a cada lanzamiento hacen lo que les apetece sin traicionar a sus seguidores.
Nos vemos en el concierto.
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