El terror es un género que, bien tratado, sirve para la reflexión y la crítica. Hay autores que crean imágenes impactantes y grotescas, efectivas pero vacías de contenido, cuyo único fin es que el corazón del lector de un vuelco y a su vez, pase un buen rato. Hideshi Hino, en cambio, es uno de esos creadores que, forjado desde los años setenta, sabe cómo retorcer la conciencia de los amantes de sus historias. Peculiar a la hora de llevarnos en su paranoia personal, su estilo propio, que se encuentra anclado en el manga clásico, y sus altas dosis de cinismo ponen al espectador a la defensiva nada más poner sus manos sobre este tomo.
Mi reseña completa aquí, Cómic Digital
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1 comentario:
oh dioses, que portada más malrollera.
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