lunes, 4 de julio de 2022

¿Qué puta mierda es esta de llevar más de tres lustros con miedo a estar vivo?

El jueves pasado sufrí un ataque de pánico que derivó en una crisis de ansiedad. Tuvo que asistirme el SAMUR debido a que no bajaban mis pulsaciones y tensión. Fueron dos de las horas más terribles y angustiosas que recuerdo haber vivido en muchísimo tiempo. 

No es la primera vez que sufro una crisis aguda de estas características, con palpitaciones, descontrol, etc. pero sí es la primera en la que no he sido capaz de gestionar lo que me estaba sucediendo, no con herramientas externas ni con mecanismos propios desde que aprendí a sobrellevarlas; la hostia me vino como la primera vez que viví algo parecido, hace 15 años. Tengo 40 años, ¿qué puta mierda es esta de llevar más de tres lustros con miedo a estar vivo?

Básicamente, reventé. Porque creía que estaba reventando por dentro. Y aunque la lógica lleva a pensar que, en efecto, algo estaba roto, realmente estaba en perfecto estado físico, pero no mental. Estos avisos son importantes. 

No hay mucho más que contar o analizar. Junio es un mes terrible en mi familia, con demasiados aniversarios tristes, al que se han sumado situaciones similares y mucha presión en todos los entornos fuera del ámbito personal. Tuve suerte de no pasarlo solo, que el lugar en el que estaba la gente reaccionase rápido, que me acompañaran, el buen hacer de los sanitarios y que mi pareja llegase rápido para estar conmigo. 

Los días posteriores han sido de resaca de angustia y agarrotamientos terrible. Y ahora queda el volver a caminar después de uno de estos episodios, revisando todo lo que uno sabe para evitar empezar a subir las escaleras de ninguna crisis e ir con cuidado y poco a poco, por la tendencia a las repeticiones. 

No tengo mejor forma de expresar esta extraña rabia que siento, como de diezmil pasos recorridos hacia atrás, un sentimiento basura de inutilidad e incapacidad. Un maldito pensamiento intrusivo que acaba de ajojarse la mejor suite del hotel de mi cabeza. 

Poco a poco. 

Me desahogo por lo vivido, racionalizo y seguimos.

No hay comentarios: