El primer disco de esta formación de Heavy Metal con influencias tan amplias, desde Deep Purple, White Snake, Van halen o Dokken, atrapa desde su primera escucha. Sus músicos no son nuevos en esto. Peter Grundström, voz, y Jan Akesson, guitarras, bajo y teclados ya se conocieron con sus primerizos grupos, Ravage y WhiteLight en 1984 y casi 20 años después unen su talento en esta propuesta conjunta que se completa con las baterías de Jaime Salazar. World Entry es una colección de temas imponentes, desde la inicial Deal Whith The Devil o la rápida Body Talk. Las baladas como Words Are Not Enought tienen ese regusto a heavy metal clásico y elegante y luego tenemos piezas como City of Illusion que exploran su vena más progresiva. Siempre haciendo gala de buenas melodías y estupendos arreglos cada tema que va cayendo se te queda grabado en el cerebro y pide una revisión. Magic Sings, Befote I Go, Cold Blood son temas que te transportan a otro momento musical, con ese regusto a clásico que no me canso de repetir que gastan y que alcanza su clímax con el medio tiempo hard rockero que cierra el álbum, One Love One Heart, hard rock ochenteno hasta en el título.
Crítica para Rock Hard
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