domingo, 1 de mayo de 2016

Batman v. Superman: El amanecer de la justicia

Durante bastante tiempo pensé que la moda de la 'pochez' en las pelis de superheroes tenía un nombre propio: Christopher Nolan, que con su trilogía de Batman había llegado a extenderse incluso a franquicias como la segunda serie de Spiderman (ay, esa primera Amazing que más que amazing era depressant) pero tras aguantar las dos últimas cintas de Superman, el odio (haterismo, dicen) puedo extenderlo ya en exclusiva a Zack Snyder, tipo que contó con mi simpatía en sus primeras cintas hasta que parió esa insensatez machistoide y vergonzosa titulada Sucker Punch. A este hombre no le importa ni el fondo ni la forma, le importan las hostias. Y hostias locas que quieren estar al nivel de las de Michael Bay, autor que mal que le pese a Snyder, está muy por encima de su capacidad de petarlo.

No sé qué tebeos han leído Snyder, Chris Terrio y David S. Goyer para parir semejante bochorno que me tuvo anonadado (de vergüenza) las dos horas y media de metraje. Bueno, sí, imaginamos qué tebeos se han leído y en cuáles se han quedado para no salir de ahí. Y a él, a quien firma la cinta en su conjunto, le visualizo con todos estos personajes icónicos, jugando como si fuera un crío con sus figuritas de acción, destrozadas todas por el maltrato lúdico, a ritmo de BUM, PAF, RATATATATA y demás onomatopeyas con las que uno puede acompañar sus fantasías onanistas cuando trata de hacerlas realidad con sus juguetes. Y este juguete, carísimo juguete de WB, es su última víctima. Una víctima que se lleva por delante todo lo que puede con el simple argumento de molar. Molar mucho. Demasiado. Molar solo a base de bofetones estratosféricos. Pretender molar tanto que se da la vuelta a si misma y acaba pareciendo un calcetín usado por lo ya visto mil veces y recoloreado a base de millones de $ en tortas sin sentido, hiladas en la sala de montaje por el mono conainómano que se encarga de dar forma a los excesos de los productores ávidos de pasta.

Un horror, un espanto. Batfleck, pues vale. Super NO está peor que nunca, Wonder Woman pasaba por ahí (decimos que es lo mejor de la película porque apenas sale en ella) Lois Lane representa todo lo que no debe ser un personaje femenino a estas alturas de la partida (¡¡tiene que ser rescatada tres veces en toda la cinta!!) Lex Luthor está fuera de tono por completo. Los cameos de la JLA son todo un WTF (¿cuántos se habrán quedado con cara de imbéciles en la escena en la que aparece Flash para darle un mensaje a Wayne?) Doomsday, está porque ¿tenía que estar? Ok. Más no. No. Ya. Ah, sí. Un score infame, que es lo segundo peor que le puede pasar a una cinta de estas características, que el elemento que traslada emoción y sentimientos (cuando falla todo lo demás) no cumple su trabajo (aquí, de nuevo, el único corte que se salva es el dedicado a WW) Vamos, que no sigo. ya. Ahora sí.

WB: aparta ya a toda la gente que tienes de responsables en tus películas de DC y replantéate el juego. Aún cuando sigas ganando mucha pasta, porque yo, esta peli, ni a mis críos se la dejaría ver hasta que no tuviesen la cabeza amueblada. Aunque, como el resto de espectadores, te la sudamos. Ya hemos pasado por caja.

2 comentarios:

Goyo Cao dijo...

Hola Samu.

Soy Iago de Foster Ediciones (www.fosterediciones.com) Si pudiera ser me gustaría contactar contigo por email, pero no encuentro tu contacto.

Me podrías escribir a iago@fosterediciones.com

Gracias

Samu dijo...

Hola Iago. Me imagino que me contactas por tema de prensa, no es así? Te escribo ahora desde la cuenta en la que llevo esos temas. Un saludotes.