Cameron se negó al happy ending de T2, (y de ahí ese finalazo en T3) ya que una de las paradojas de la saga es que el futuro YA HA PASADO y sobre esa idea parte esta estupendísima secuela directa de T2.
Además, varias de sus ideas recurrentes expresadas en T1 y T2 vuelven a estar presentes. Miller las actualiza y las lleva al cine de acción actual con un respeto y cariño asombroso. Se atreven también a denunciar los campos de concentración de inmigrantes ilegales, cosa que siempre es de agradecer en una cinta de palomitas.
Y bueno, Linda Hamilton recupera a Sarah Connor de una forma visceral. La escena del bosque y ese bramido de madre coraje remueve el estómago.
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