sábado, 2 de mayo de 2015

Vengadores: La era de Ultrón

Vengadores: La era de Ultrón es una cinta de acción y fantasía impecable que acerca a quien no ha leído nunca un tebeo de superheroes coral a todas las emociones, risas y sentimientos encontrados que el aficionado suele encontrar en ellos.

JossWhedon abandona el barco dejando claro por donde deberían seguir este tipo de cintas, en las que Marvel Studios y Disney se han metido en una carrera salvaje por controlar un buen pedazo de cartelera (y solo hay que mirar las próximas fechas de estreno para darnos cuenta de ello) Una lástima que el director se marche, como mucho otros colaboradores hasta ahora tras la reciente finalizada Fase 2. Queda saber si Fabreau (que entendió muy bien como llevar a Iron Man al cine) seguirá en las tareas de producción en las próximas entregas.

Si obviamos los cambios necesarios para ajustar al universo cinemático (que el aficionado irredento encontrará molestos: la génesis de Ultrón y de La Visión misma, así como los ajustes hechos en los gemelos) Vengadores: La era de Ultrón eleva el espectáculo de la anterior cinta a niveles catárticos. El plano secuencia inicial, planteado como una splash page (idéntica a la del clímax de Vengadores) es toda una declaración de intenciones. Tras esto, con los personajes asentados, queda contar una historia que bebe tanto de la tradición clásica Marvel como de sus últimos eventos en papel (que a nadie le extrañe el epílogo de Hulk) en la que el único resumen que se puede hacer es: buenos contra malos, malos que se hacen buenos, malo derrotado por buenos. Un cómic de superheroes al uso que es un regalo para, como digo, quienes no conocen el rico universo de ficción de Marvel y al que se agradece esas gotas de sintonía política actual representadas en el personaje de Capitán América (como ya sucedió en Soldado de Invierno)

Danny Elfman compone parte de la partitura y el jingle que identifica al grupo (hacía tiempo que no recordaba un score que tras el visionado se instalase en la cabeza del espectador) pero el peso del conjunto cae sobre Bryan Tyler, trabajador eficaz de la escuela de Hans Zimmer, que en esta película tiene la oportunidad de jugar con un juguete de triple A dando como resultado una partitura de acción aplastante, demoledora y potente. Solo si esperas a los credits roll puedes ver acreditado al eficaz músico al que os invito a conocer su extensa producción macarra.

Todo listo para la siguiente descarga de cintas de Marvel, tras este espectáculo satisfactorio, entretenido, ya popular. El cine ha hecho lo que en décadas de trabajo en papel no se logró nunca: que los superheroes fuesen patrimonio de todos.

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