Matthew Vaughn es un tipo inmenso y esta puede que su mejor película hasta la fecha.
No es solo su sentido del ritmo y de la parodia epiléptica, es que todo en esta cinta está cuadrado al milímetro. Desde Colin Firth a Zamuel L Jackzon (en inglés es delirante su interpretación) pasando por un contenido Mark Strong o un graciosísimo Mark Hamil ¡Si hasta Michael Caine se cree el giro de guión y lo borda!
El toque Mark Millar está ahí, con todos esos dardos envenenados (¿este tipo hace tebeos para que los adapten a películas o vive de que adapten sus obras?) y todas esas frases que rematan las escenas están cuidadas hasta el extremo de que la broma entra de un solo trago.
¿J.B. por James Bond, Jason Bourne?
No, de Jack Bauer.
Ese reclamo del 1% frente al resto del 99% de la población, tan presente en el cine de estos últimos años, da la vuelta de tuerca necesaria al plan del villano megalomaníaco que hace que toda la maquinaria se ponga en marcha y el guión siembra los elementos del desenlace de tal manera que todo al final hace la gracia que tiene que tener y que el clímax sea un orgasmo de los de retener en la memoria.
Excesiva, violenta, cómica y excitante. Al cine de acción de palomitas le viene muy bien una sandez como esta para que se ponga las pilas porque esta cinta es soberbia.
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