Kirby ha sido siempre una mascota menor, a la sombra de Mario y Link pero con una fuerte base de seguidores que han disfrutado de cada uno de sus lanzamientos. Recuperar un viejo cartucho de 16 bits, darle un lavado de cara majestuoso y ofrecerlo con una ración extra de material es una de las mejores noticias que podían recibir sus fans. El resultado mantiene atrapado al jugador con su mezcla de plataformas adorables y retos sencillos. Un complemento perfecto a juegos de mayor duración pero con menor encanto. Ese ha sido siempre el secreto del entrañable personaje.
Mi reseña completa, en Fanzine Digital
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario