martes, 26 de abril de 2011

Fanzines: el medio es el mensaje

Me preguntaron hace unos años que qué era para mi el underground y si creía que seguía existiendo como tal. Creo recordar que respondí (y a día de hoy lo mantengo) que el underground, desde la filosofía maquetera o de fotocopias de las décadas pasadas en el mundo de los fanzines, se superó hace tiempo gracias a las facilidades que existen ahora para realizar proyectos con una edición más compleja, pero que la idea de estar en el margen de la industria, y de participar en ella desde los bordes, seguía siendo la misma.

Hace unos días, en un par de blogs, se hablaba de la pertinencia del premio a mejor fanzine en el Salón del Cómic de Barcelona, de la inexistencia de una mención igual hacia un apartado de este sector cada vez más presente, los webcómics y de la obsolescencia del propio medio. El debate se llevó, con mejor o peor fortuna, pero se me quedaron colgadas muchas apreciaciones, ya fuera porque los interlocutores no las plantearon o porque puede que esto que voy a comentar suene a nuevo, que lo dudo.

En todas las defensas leídas al medio del fanzine no he encontrado la que para mi es la más importante: que el fanzine es el propio mensaje. La elección de este medio como forma de expresión, desde los márgenes de la industria, es toda una declaración de intenciones (se sea consciente de ello o no). Cuando decimos que el medio es el mensaje queremos decir que este se adecua a él, y no al revés. Además, el creador, desde este margen, controla todos los procesos de creación, producción y distribución de su obra, sin ningún tipo de constricción. No se trata de hablar de las diferencias en el formato web o papel, sino de remarcar lo obvio dentro del formato tradicional de edición frente al producto digital, que tiene un lenguaje y unos formatos diferentes, así como otro tipo de límites, muy diferentes a los de sus hermanos en papel.

Hacer fanzines es además algo casi político, aunque os suene a cachondeo. Nos encontramos con que frente al 'individualismo -desde su acepción capitalista-' del webcómic, el medio de gestión y organización casi asamblearia de muchos de los tebeos y libros autoeditados que conozco, así como fanzines, remarca que este es un medio válido y viable para llevar a cabo proyectos de mediana y gran envergadura dentro del ámbito cultural.

Respecto a FICOMIC, sus premios y su adaptación a los tiempos, como se comentaba en el debate; me gustaría aportar algunos datos que nunca se mencionan en público. El primero es que FICOMIC no se trata de una ONG, por tanto, todo cuesta, incluidos los stands de fanzines que acuden a ese evento. El precio de dichos stands no es como en la zona comercial, donde existen diferentes precios, sino que tienen un precio único que un colectivo pequeño puede permitirse. En total suelen ser unos 20 stands de fanzines. Multipicad y sacad las cuentas de la porción económica que sale de la zona de fanzines. Porque estamos apartados, pero pagamos, con sus facturas correspondientes; y el precio de toda la zona al final suma un pico considerable. No creo que a FICOMIC le apeteciese cargarse esa zona ni sustituirla por una de webcomiqueros porque ¿qué autores de webcómics acudirían a un salón con un stand comercial para mostar una obra que distribuyen de manera digital en sus páginas y comunidades?. Ahora bien, es cierto que no se pueden/ni deben ligar los premios a la presencia de stands comerciales a ese evento. El premio a Fanzines es un reconocimiento a esta parte de la industria, a veces mejor y otras veces peor representada en los nominados y ganadores de todos los años. Si los webcómics son también parte de esta industria, es de justo rigor que se contemple su presencia en las categorias de los años venideros.

También me apetece puntualizar que considero poco acertado decir que a día de hoy para un autor es más sencillo realizar un webcómic y que con él ganará mucha más visibilidad. Solo decir que la endogamia es un mal que existe en todos los ámbitos culturales, y en los webcomics tanto como en los fanzines de comic está muy presente; con esto debería entenderme hasta el menos ducho en cuestiones de relaciones sociales/laborales. Puedes hacer un webcómic, pero te va a tocar pelear (puede que incluso mucho más que con un fanzine) por hacerte ver.

De todas formas, este medio, el de la autoedición, como cualquiera que se mantiene alejado del epicentro de la industria, sufre de unas ganas tremendas por ser fagocitado hacia el interior, perdiendo así toda su identidad. Un complejo muy interesante: estar fuera, marcando el paso ("ey, no dejéis de ver la de burradas que se llegan a publicar en fanzines") para luego sus autores ser absorbidos, domados por el mainstream, catalogando luego esta etapa entonces de mero trámite.

Mi punto de vista es rotundo: el fanzine no es el fin, sino el medio, con toda la carga que he explicado antes. Si creas un producto autoeditado, con los medios que consideres oportunos o dispongas, con el único ánimo de que ese resultado, ese trabajo, sirva solo como escaparate, como portfolio personal, sin comprender o entender las implicaciones que lleva detrás una aventura de este tipo, el 'éxito' de tu fanzine estará contado con los dedos de una mano.

7 comentarios:

Listo Entertainment dijo...

Jijijiji... Este año el premio al mejor fanzine lo ganó el Naufraguito.

Samu dijo...

Tengo varios por casa de otras visitas a Barna. Y eso que cuando lo vi nominado no tenía ni idea de quienes eran/no caía, vamos. Luego la historia que tiene detrás es entre OWNED y enternecedora. Amén de que ya ganó el premio hace unos años. No siempre el resultado de los premios gusta.

Nachomon dijo...

Como ya te comenté allí, da la sensación de que Ficomic mantiene la zona de fanzines por cuestiones de organizacion, pero parece que se avergüencen de ella, por lo apartada que está, e incluso el ámplio espacio vacío que hay alrededor. ¿Porqué no ponen un foso, ya que estamos, o prohiben a los fanzineros salir de un área vallada a vender sus revistas?

Samu dijo...

No es tanto la zona como que el número se incrementa a cada año, pero si no se hace un ejercicio desde dentro de los que hacemos fanzines, la visión seguirá siendo la misma.

No creo que se vendan más dentro en zona comercial que en donde estamos desde hace un tiempo.

El problema es de percepción.

;)

Jose A. Serrano dijo...

Samu: así sí, hombre de Dios, esto es lo que tendrías que haber escrito desde un principio ;-)

En cualquier caso, yo no creo que el fanzine de papel sea un "medio", si acaso sería un "soporte" o "formato". El medio sería el cómic. Lo publiques en fanzines, en internet o en una editorial profesional, el medio de comunicación que utilizas sigue siendo cómic (de la misma forma que un reportaje periodístico escrito puede publicarse en web, un diario nacional o un fanzine autoeditado). Pero vamos, terminología aparte, entiendo por donde vas (Elisa también me argumentó el sábado del Salón en una línea similar a la tuya).

¡Un abrazo!

-- JAS

Samu dijo...

Venimos de la misma formación/escuela/patadasdelavida y de mamar a los mismos autores. McLuhan está muy presente en nuestro día a día así como muchos otros teóricos de la comunicación.

Si luego le sumas a eso mi experiencia personal en este terreno y que compartimos proyectos, te salen luego parrafadas como la de este post.

Hay muchas cosas matizables en este caso, como cuando te refieres al medio/soporte. Como creo que en el post no quedan confusas las ideas que lanzo opté por referirme a ello tal y como has leído.

Guillermo FLAsCinDER dijo...

muy acertado