martes, 16 de junio de 2009

La televisión es sólo una caja de resonancia*

Respecto al programa del pasado domingo de La Sexta de Salvados en el que El Follonero entrebestiaba a Otegui, Roberto Enríquez en su sección Visto/dicho/oído de Público reflexionaba sobre lo siguiente en la edición de hoy:

Las posturas que adoptaban Ansón y Montserrat servían para hacer un genial ejercicio de matices la mar de interesante. Évole, al romper el marco e introducir a esos dos personajes en el previo de la charla lo que hace es demostrarnos que aunque el mensaje es el mismo, depende del receptor el cómo se interprete.

Ansón, más de derechas, decía que Otegui quedaba arrinconado por El Follonero y que el resultado era una cosa divertida. Montserrat, más de izquierdas, golpeaba al presentador al decirle que le había hecho la rosca al personaje vasco. Además, uno defendía la emisión de la pieza y la otra abogaba por no darle más voz al tipo.

Como veis, un sano ejercicio de periodismo camuflado en un programa calificado en ocasiones de poco serio.

Os dejo la pieza y, efectivamente, sois vosotr@s los que debéis sacar las conclusiones.

*el título corresponde al encabezado del recorte que os incluyo.

8 comentarios:

Rodrigo Martin Campo dijo...

hay varios que estna con el tema de la tv en los blogs, yo pienso que es como mirar un punto fijo si te sirve mi opinion...

Samu dijo...

Fijo, pero no mudo.
:)

Samu dijo...

Es decir, nosotros interpretamos y le damos sentido a las palabras e imágenes que nos brinda.

Yo veo telemandril y me retuerzo del asco. Alguien que esté en consonania con esa emisora, no sentirá lo mismo que yo.

Y ambos hemos visto lo mismo... curioso.

Lo del programa pasado es mil veces mejor, porque te pone a dos periodistas de dos tendencias opuestas diciendo cosas contradictorias, dejándote claro que en el fondo, cada uno es quien descifra el mensaje enviado.

La Gata Ciempiés dijo...

Justamente hace un rato lo he visto en el YouTube... y me ha gustado. No ya por lo que dicen, porque se ve venir, sino porque creo que es muy interesante por el hecho mismo de existir.

Y no creo que no haya que darle voz a Arnaldo Otegi ni a la izquierda abertzale (ni siquiera a ETA misma) como dice Montserrat Domínguez. Creo que todo nos puede servir para aprender algo... y que cada cual lo interprete como quiera.

Samu dijo...

El problema es que a los que apoyan a los asesinos se les ha dado voz en tantos sitios... en medios, en la vida pública... ¡¡¡en el parlamento!!... que la cosa ya huele...

¿No?

:)

La Gata Ciempiés dijo...

Bueno, sí, pero es que de entrada la ley de Partidos es injusta y desigual porque sólo se aplica a un partido: Batasuna (bueno, varios si cuentas todos sus derivados), cuando por esa regla de tres hay bastantes más partidos que se podrían ilegalizar y que si no llegan a los parlamentos es porque no obtienen votos suficientes, pero podrían obtenerlos.

Pero es que además, y aún a riesgo de ser llamada demagoga, si condenar no la violencia no se le puede dar voz a alguien y se le quitan todos sus derechos políticos, entonces no se qué narices hace Jaime Mayor Oreja en el Parlamento Europeo (por no hablar de otros pperos), que no sólo es más facha que la madre que lo parió, sino que además se ha negado a condenar el régimen franquista (de hecho ha hecho casi como otra gente con el Holocausto, negar su existencia).

O sea, o todos ilegales o ninguno. Y como no soy partidaria de ilegalizar nada, pues ninguno.

He dicho. :-)

Samu dijo...

El tema es que la Ley de Partidos fue una jugada sacada de la manga para "solucionar" de una vez por todas la presencia de "asesinos" en el parlamento.

Luego se gestionó mejor o peor, y efectivamente, si cualquier tronao llegase al Parlamento seguro que se aplicaría la Ley (o quiero pensar que habría suficiente demanda ciudadana como para que se plantease su uso)

Otra cosa, y aquí ya nos metemos en temas mayores, es cómo se reparte el voto en el Estado (jodido sistema D'Hondt) y el porqué partidos que no representan ni a una mínima parte del electorado total tienen mayor presencia en el parlamento que otros que sí tiene mayor respaldo en la urnas... de ahí que aplicando esta ley los partidos radicales tuviesen presencia activa en la vida publica y política.

Como no hay cojones para cambiar la ley electoral (los grandes beneficiados son siempre PP y PSOE y luego los partidos nacionalistas que actuan como partidos bisagra) pues se actuó con la cachiporra electoral de la Ley de Partidos...

¡¡cambio del sistema electoral YA!!

La Gata Ciempiés dijo...

El sistema electoral permite que regiones que sino no tendrían representación en el Parlamento la tengan, algo muy necesario puesto que el Senado no pincha ni corta nada. Aunque claro, eso tendría que ser cosa de la Cámara Alta, no del Congreso.

Por otra parte, los grandes perjudicados son partidos como IU que se van muriendo y la ley permite que así sea. No sé, éste es un debate muy complejo, pero sí que creo que habría que revisar todo el sistema: tanto la ley electoral, como las funciones de las Cámaras y la misma Constitución. Y un referéndum sobre la monarquía YA.

Resumiendo, un asco todo.